martes, 12 de febrero de 2019

Corazón latente

¿Por qué has pasado tanto tiempo callado y ahora despiertas de la nada?. Ya casi no se te escuchaba latir, te dejabas llevar por el paso del tiempo cuando en realidad deberías ser tú quien lo marcara a su paso.

No te entiendo, ahora me gritas lo que has sentido y esperas que te crea, sin más?, como sé que no quieres engañarme? Cómo saber que tu latir es real? Tanto tiempo callado que he olvidado cómo escucharte, ya casi no te sentía…

Aunque en el fondo me muero por volver a sentirte, y dejarme llevar como si fuera la primera vez, como si nunca hubieras sido dañado, como si la vida mereciera la pena!! Otra vez!!

Quizás me resulte más fácil seguir ignorándote, pero sería egoísta pedirte latir, quizás me duela en el alma abrirte las puertas y dejarte volar, y esto me da más miedo aún, seguirte sin más. Miedo a equivocarme de nuevo. Miedo de no volver a escucharte. Otra vez!! Otra vez!!

domingo, 10 de febrero de 2019

Sin Rumbo



Caminando por la vida me encontré con tu sonrisa.
Teniendo un rumbo fijo me hiciste parar en mi viaje, detenerme a pensar en tu existencia, detenerme a soñar con tu mirada...

Te observé, creeme que lo hice.. Una y otra vez, intentando entender qué me atraía. No lo sé. No pienso en el mañana, no existe. No existe si no disfrutamos primero del presente.. Y eso es lo únuco que quiero.. Lo único que ansío..

Lo que maś me gustó fue tu sonrisa.. Linda.. Y luego tu mirada.. Cautivadora.. Si fuera chocolate me derretiría al instante..
Y tus manos.. Supongo que de imaginar lo que me podrían hacer sentir.. Tiemblo..

Has derribado todas mis naipes a tu paso, como un huracan que se cuela por debajo de la puerta sin avisar, removiéndolo todo sin sentido pero sí con sentimiento. Uf!

No puedo expresar ese conflicto que ahora yace en mi interior, cómo sacarlo y que lo entiendas?
Sería como pretender narrar algo sin conocer abecedario.. Uf!
No sé hacerlo y aún así mi mano no puede parar. Le gritaré.. Detente!! Pero es mi corazón el que entonces palpita fuértemente..

De verdad no estoy soñando?
Despierta!!!


Te soñé

Te soñe..
Te soñé despierta.. y me gustó..
Aún sabiendo que sólo era un sueño, me dejé llevar..
Y te volví a sentir, sólo de imaginarlo..

Ya no es un sueño..
al escuchar tu voz, desperté..
al verte delante, me asusté..
al rozarte, no más temblé.. y eso más me gustó..

Soñé que te tenía..
soñé que te sentía..
soñé con tu mirada..
soñé con tus caricias..
soñé con tu sonrisa..




Te soñé y desperté..
dejé de sentirte..
dejé de mirarte..
dejé de escucharte..
porque te soñé..

Y siguiendo despierta,
sin querer recordarte,
un día te encontré,
y recordé,
que el día que te soñé,
fue un día especial,
pues ahora que sé que existes,
que puedo sentirte,
que eres real..
por miedo.. seguiré sabiendo..
que solo.. Te soñé..

esos ojos ya me han mirado otra vez..
miedo sentir que no es hielo sino olvido..
miedo de no saber qué hacer o cómo hacer..
quizás me deje llevar.. quizás me deje atrapar..
me gustó.. lo sentí.. te sentí..
pero siempre sabré.. que te soñé..


sábado, 2 de febrero de 2019

Martina y sus Cachitos (4). Todo comienzo es divertido




   Me llevó un tiempo vaciar las cajas y colocar tantas cosas, pero era divertido, necesitaba aires nuevos y aquí lo tenía. Todo comienzo es divertido, supongo que esto es lo que he sacado después de mi puesta en práctica con tantas mudanzas a mis espaldas.

   Desde muy pequeñita y por la profesión y el modo de vida (por llamarlo de alguna forma) que había decidido llevar mi padre, hemos estado yendo de un lado para otro, no sólo dentro de España, sino también por diversos países. Culo de mal asiento. Yo prefiero llamarlo así, ojo, y me incluyo, no se si eso es algo hereditario, pero quien sabe... como digo yo, creo que lo llevo en la sangre. 

   He aprendido a disfrutar y saborear cada traslado. El misterio... Una cultura nueva, un idioma nuevo... gente nueva, calles nuevas, montañas nuevas... Y esto me atraía bastante, ya contaba los días para poder calzarme las botas de montaña y salir a perderme por aquellas montañas que se alzaban ante mis ojos.

   Pues ahora se repetía un nuevo ciclo, y algo me decía que esta vez iba a ser muy, muy distinto a cualquier otro...

   Tres semanas. Tiempo en que ya me había instalado completamente. Me había incorporado a mi nuevo puesto de trabajo. Había encontrado la mejor guardería del pueblo y ya podíamos decir que estábamos preparadas para recibir nuestra primera visita.

   Aprovechando que en unos días era mi cumpleaños, invité a la pandilla de travesuras, con los que he pasado los mejores momentos en el mundo audiovisual y a los que hacía tiempo que no veía y deseosos estaban de subir al norte. Así que allí estaban. Preparados para un intenso fin de semana.