jueves, 10 de noviembre de 2016

Mirando a la Luna



   Recuerdo cuando me decías que mirara a la luna cuando buscara respuestas, que le preguntara quién sería... que ella me lo diría... pero no me dijiste que la luna me mentiría...
Y allí estaba yo dispuesta a todo, cuando me dí cuenta de que me estaba equivocando... otra vez...

   ¿Acaso no he pasado ya todas tus pruebas? Me he caído una y otra vez y he aprendido a levantarme sola... he trepado muros y ahogado lamentos... he crecido, he asimilado, he aprendido a esconder las lágrimas...

   He construido la coraza que me pediste para resistir los golpes... que aún duelen... y cada día voy construyendo una mejor persona... ¿Pero de qué sirve ser inmune? ¿Para qué seguir luchando? Sólo con una mirada todo esto se desmorona... el dolor se olvida y la ilusión renace... ansío volver a equivocarme, ansío volver a dejarme llevar y que el fluir me lleve a un nuevo lugar... uno donde las barreras y los escudos no tengan cabida... donde el sentir sea más importante... y sólo así... volver a disfrutar del mundo...

   Esperar... ¿Quién ha dicho que no? Tengo todo el tiempo del mundo...

   Aprendamos a desaprender...


viernes, 7 de octubre de 2016

Martina y sus cachitos


   Voy a empezar a hablaros de vientos, porque es sabido por todos, que hay muchos tipos de vientos, con sus respectivos nombres dependiendo de dónde soplan y a dónde soplan.. Bien, este libro no pretende ser un libro de ciencias naturales, pero si que va a tener mucho que ver con un tipo de viento, el viento del corazón, y que en mi caso, vendrá determinado por el Viento del Sur.
   Dentro de cada viento, podemos observar distintos comportamientos, el viento que te atrae y el viento que te aleja.. pero no nos liemos más, vamos a empezar con el viento que a Martina la llevó lejos.. muy lejos…


   Empezaba a soplar el viento. Como tantas otras veces, Martina salió al porche con su té en la mano, y se sentó en la mecedora para escuchar el sonido de los árboles que tanto le recordaba al mar. Cerró los ojos y enseguida imaginó que estaba tumbada sobre la arena de la playa, podía notar la humedad... Era la mejor forma que conocía para relajarse. Relajarse y desconectar de ese mundo en que vivía, el mismo que empezaba a sentir que ya no era su mundo.


   Últimamente había perdido la ilusión por muchas cosas. Se dejaba llevar, pero esto hacía que cada vez pareciera más infeliz.. así que decidió no pensar en nada y esperar a que la vida le deparara algún cambio, dejarse llevar, o como mi buena amiga Paloma decía, dejarse fluir, integrarse con la naturaleza, mimetizarse.. Todo el mundo notaba que había perdido su característica sonrisa...


Continuará...

jueves, 30 de junio de 2016

Te quise... Pero ya no.



   Siento no haberme despedido, supongo que me es difícil encontrar las palabras, o simplemente esperaba a que el corazón cicatrizara... y creo que no podía salir de este mundo sin despedirte, enterrarte y quemar luego tus cenizas.

   Sé que ha pasado mucho tiempo, aunque en mi pequeño mundo el tiempo se parara, sólo fue un alto en el camino... Un "Voy a mirar desde aquí arriba que las vistas son espectaculares y me las estoy perdiendo"... Y fue así como vi realmente los dos caminos, claro, separados, muy distantes, si, lo vi claro...

   Me dejaste sola cuando más necesitaba un amigo a mi lado, soltaste mi mano cuando te pedí ayuda, y no me quedó otra que descubrir lo sola que estaba en una tierra que no era mía.

   A veces nos empeñamos en arreglar lo inarreglable, no es malo, pero si cuando duele... Y a mí me duele.

   Gracias por ese pedacito en mi mundo, gracias por lo compartido, lo aprendido y sobre todo lo vivido, pero ahora mi tren toma otro camino, y ¿Sabes qué? Ya me conoces.. no me lo pienso perder.

   Buen viaje compañero...!!